En República Dominicana, hubo una época en la que decir “fulano está en CICLA” era una forma común de señalar que alguien tenía deudas sin pagar. Con el tiempo, esa frase se convirtió en parte del lenguaje cotidiano cuando se hablaba de historial crediticio, reportes negativos o dificultades para conseguir préstamos.
Lo que algunos desconocen es que CICLA fue una marca comercial que por mucho tiempo se asoció al manejo de información sobre deudas e historial de pago en el país. Era lo que muchos conocían como “el buró”, una base de datos donde aparecían los nombres de quienes tenían compromisos financieros pendientes.
¿Qué era CICLA y quién administra ahora esos datos?
En 2005, el Centro de Información Crediticia de las Américas o CICLA fue adquirido por TransUnion Dominicana, empresa que hoy continúa administrando la información bajo su propia estructura y nombre. Actualmente, es una de las Sociedades de Información Crediticia (SIC) autorizadas por la Superintendencia de Bancos.
Una SIC es una empresa privada que funciona como buró de crédito. Su rol es almacenar y organizar información sobre cómo las personas cumplen —o no cumplen— sus compromisos financieros. Y no solo registran préstamos o tarjetas: también pueden reflejar facturas telefónicas, pagos de servicios, líneas pospago, entre otros.
¿Qué pasa si estás en el buró?
Figurar en un buró no es necesariamente algo malo. De hecho, tener historial es positivo, porque demuestra que estás en el sistema financiero. Lo importante es cómo apareces. Si cumples con tus pagos, eso se refleja a tu favor. Pero si tienes atrasos o impagos, también se registra, y eso puede afectar tu acceso a nuevos productos financieros.
En palabras simples: tener historial es bueno; tener mal historial es lo que complica.
¿Y cómo saber si estás reportado?
Conocer tu estatus es un derecho. La Ley 172-13 sobre Protección de Datos de Carácter Personal te permite consultar tu historial crediticio de manera gratuita una vez al año. Esto aplica tanto si estás al día como si tienes reportes negativos.
Consulta por ProUsuario
La forma más segura y directa de hacerlo es a través de ProUsuario, el portal oficial de la Superintendencia de Bancos. Ahí puedes registrarte, validar tu identidad y revisar quién ha reportado información a tu nombre, en qué fecha, por qué monto y en qué estado se encuentra.
Accede a tu consulta crediticia a través de la App ProUsuario o completa este formulario central de riesgo (ProUsuario) y envíalo a contacto@prousuario.gob.do.
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También puedes hacerlo con los burós
Tanto TransUnion como Data Crédito tienen opciones digitales y presenciales para consultar tu historial. La primera vez que lo haces en el año, no tiene ningún costo. Después de ahí, pueden aplicar cargos.
La información no se borra de inmediato
Una vez incurres en atraso, esa información permanece en tu historial durante 48 meses, es decir, cuatro años, aun después de que hayas saldado la deuda. Se registra que pagaste, pero también queda el récord de que hubo un incumplimiento. Además, los burós manejan puntuaciones o scores, que indican qué tan confiable eres como pagador.
Por eso es clave mantenerte al día y evitar caer en mora. Los efectos de un mal historial se sienten más allá del banco: muchas empresas consultan estas bases antes de darte un empleo, alquilarte una vivienda o permitirte comprar a crédito.
¿Y si veo un error?
Si detectas información incorrecta, tienes derecho a pedir una corrección. Puedes hacerlo directamente en el buró que emitió el dato, o elevar tu reclamo por ProUsuario. Nadie puede borrar ni limpiar tu historial por dinero. Si alguien te ofrece ese servicio, está intentando engañarte.
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Cómo construir o mejorar tu historial
- Empieza bancarizándote: abre una cuenta de ahorro, aunque sea con poco dinero.
- Toma crédito con moderación y paga a tiempo.
- Evita compromisos que sabes que no podrás cumplir.
- Si ya caíste en atraso, busca cómo ponerte al día y reorganiza tus finanzas.
Amable recordatorio: tener un buen historial crediticio no se trata de nunca haber tenido deudas. Se trata de haberlas manejado con responsabilidad.