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Máximo Vidal, un banquero forjado en compromiso y resiliencia

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Nicanor Leyba

Gerente de Comunicaciones de la ABA

Cuarenta y dos años de experiencia en el sistema financiero propician un conocimiento profundo, no solo del negocio, sino de la gente, la sociedad y sus dinámicas. Pero cuando esas cuatro décadas te han llevado por distintas áreas del oficio bancario y por varios países de América, preservando la visión y la mística de trabajo de una entidad de prestigio mundial, la trayectoria alcanza calificación AAA +.

Desde el piso 27 de la torre Acrópolis, en el centro comercial y financiero de Santo Domingo, se contempla en amplio el movimiento agitado de una ciudad en constante crecimiento demográfico y económico y, al fondo, el relajante tono turquesa del Mar Caribe. Al interior del ventanal, el despacho del gerente general de Citi para la Hispaniola (República Dominicana y Haití).

Máximo Vidal, experimentado profesional de las finanzas, ha anunciado su retiro de la institución de capital estadounidense, en la que labora desde 1982; sin duda, era entonces otra ciudad, y también otro Máximo Vidal, uno recién graduado de economía que solicitó empleo en la división país de Citibank, porque había escuchado hablar “súper bien” de la institución y de su gerencia.

Máximo Vidal, expresidente del Citi República Dominicana en su oficina

En medio de los preparativos para traspasar los asuntos a su relevo, hace un alto para rememorar grandes momentos y externar sus emociones.

“Las dos cosas que me llegan a la cabeza para comenzar son, primero, un sentido de agradecimiento muy, muy grande… Realmente, me siento muy privilegiado de haber podido ser parte de esta organización por tanto tiempo; segundo, la sensación de que, junto con todos los equipos con los que he trabajado, hemos logrado cosas realmente muy importantes”, expresa, en conversación con el personal de ABAnce.

Tras su escritorio, una amplia credenza exhibe, traducidas en trofeos, placas y estatuillas, las huellas materiales de los más significativos recuerdos atesorados en su ruta por sedes del grupo financiero, presente en más de 100 países.

“Este se llama Citi Country Officer, tiene una serie de niveles que (…) son los valores que nosotros entendemos que cada oficial debe tener para poder llegar a la certificación… Este de aquí es cuando me dieron el Senior Credit Officer … una de las designaciones y reconocimientos más importantes que he tenido dentro de la organización…”, comenta, para seguir mostrando otros, otorgados por Citi, por el Banco Central, la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana, la agencia de comunicación Newlink…

Recuerda su ingreso a Citi como la mejor decisión profesional de su vida. Cuenta que en aquel momento su proyección era permanecer en el banco por algunos cinco años, pero primero sucedió que se enamoró de Citi, y luego se dio cuenta que si quería permanecer allí tenía que mostrar disposición y habilidades para poder rotar por diferentes posiciones y localidades.

Fue así como, cinco años después de su ingreso, se le presentó la oportunidad de ir a trabajar a Estados Unidos, en Phoenix, Arizona. Sin pensarlo dos veces, compró boleto de ida para él, su esposa y el primogénito de la pareja. “Era como empezar de nuevo”, comenta, para luego explicar que ese mercado le representó muchos desafíos, pero igualmente grandes aprendizajes.

Máximo Vidal, expresidente del Citi República Dominicana en su oficina

Allí estuvo al frente de una reciente adquisición del Citi, el United Bank of Arizona, una banca de consumo importante con un portafolio significativo de bienes raíces y muchas pequeñas y medianas empresas entre sus clientes corporativos. El personal superaba las 8,000 personas.

“En términos de desafío, la interacción interna era también muy diferente. Durante ese proceso, estábamos en medio de la crisis de la banca, de las asociaciones de ahorros y préstamos norteamericanos, Savings and Loans, que fue sumamente traumática para el sistema financiero y para el regulador norteamericano”.

Citi Arizona tuvo que tomar decisiones sumamente difíciles de reducción de personal, no por resultados sino por el contexto de crisis. “Así que esa experiencia para mí, desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista de riesgo, me ayudó a desarrollar competencias que yo no tenía”.

Esa etapa estuvo también marcada por el nacimiento de su segundo hijo y por la reacción de aferrarse al núcleo familiar, al sentirse lejos de sus círculos de parientes y amigos.

Liderazgo regional

Luego de Arizona, donde permaneció por cuatro años y medio, Vidal aceptó una posición en la ciudad de Sao Paulo, Brasil. Los retos se ampliaban no solo por el enorme mercado brasileño, sino porque en ese momento los negocios más relevantes de Citi en Latinoamérica se dirigían desde la nación sudamericana.

El financista dominicano era entonces parte de un grupo de auditores de riesgo de crédito que viajaba país por país, revisando el portafolio de crédito. Pasaba casi un 70% de su tiempo viajando.

“Eso también le agregaba una complejidad a la relación. Me ayudó a desarrollar esa capacidad de interacción cuando lo que se está comunicando no es necesariamente buena noticia”, comenta.

Esta experiencia le permitió conocer el negocio de Citi “de principio a fin”, la economía de los países, el liderazgo regional del banco, así como sus grandes clientes.

Tres años después de su llegada a Brasil, le siguió Costa Rica, donde Citi pasaba de ser una oficina de representación a lo que hoy son en República Dominicana los bancos múltiples. Allí le correspondió manejar la banca corporativa y también la parte de riesgo.

Al poco tiempo, su liderazgo en los negocios del grupo ascendió a otro nivel, al pasar a Guatemala, desde donde asumió la responsabilidad del portafolio de crédito para la región. “Y se me designó lo que internamente se llama como senior credit officer u oficial senior de crédito, que trae consigo una gran responsabilidad, porque tú tienes internamente la potestad para aprobar transacciones de crédito relevantes (…) Es como que te digan: confiamos en ti”.

A la satisfacción por ese peldaño, se le sumaba una de tipo familiar: el nacimiento de su tercera hija.

Pero la zona de confort no parecía estar destinada para Vidal. En ese momento el grupo empezó a tener presencia física en Nicaragua y a él le correspondió repartirse entre ambas sedes. Con estos movimientos, ampliaba sus competencias hacia el área comercial.

“Entonces, entendí que llegó el momento de pasar a un rol que me pusiera más de frente, más de cara con los clientes. Y subió la oportunidad de ser el CEO o el country head de Citi en Honduras, viviendo en Tegucigalpa y cubriendo Honduras y Nicaragua”.

Ya con todo ese crecimiento profesional y resiliencia, forjados a fuerza de circunstancias cambiantes y mucho compromiso, Máximo Vidal regresa para colocarse al frente de Citi República Dominicana, iniciado ya el presente siglo.

“Yo venía discutiendo esto internamente, ya después de cierto tiempo (…), porque yo entendía que podía traer valor agregado al negocio de Dominicana. Y efectivamente en el 2005 se presentó la oportunidad y regresé”.

Era entonces un momento de especial relevancia. La economía empezaba a mostrar señales de recuperación ante la crisis financiera de 2003 pero había retos de mucho peso que demandaban decisiones estratégicas. Fue en ese contexto que la organización tomó la decisión de enfocarse principalmente en la banca corporativa, en el trabajo con multinacionales y la corresponsalía bancaria.

“Y la verdad que me siento muy, muy contento de haber podido ser parte de toda esta historia”, dejando en los presentes la impresión del deber cumplido.

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¿Cuáles bondades lo hicieron permanecer en Citi estas cuatro décadas?

Yo he valorado mucho durante toda mi trayectoria poder ocupar esta posición como dominicano en mi país.

Por otro lado, uno aprende mucho al conocer otros lugares, otros mercados, y para la organización ese aprendizaje es muy, muy importante.

A esos factores, sumamos el hecho de que existía y existe todavía una cultura muy evidente de transparencia, de meritocracia, que la verdad para mí agrega muchísimo valor.

A usted, que inició antes de la salida comercial del Internet, suponemos que la resiliencia le ha llevado a afrontar con éxito muchos procesos de transformación tecnológica.

Sí. (Cuando empecé) Nosotros revisábamos la transaccionalidad, las recomendaciones o los memos que se preparaban para el Comité de Crédito. Recuerdo que tú preparabas tu paquete de documentos y tenías que llevarlo  de manera física al Comité y (procurar) que todos estuvieran para la discusión.

Y, obviamente, no manejábamos las plataformas digitales que hoy tenemos para los clientes, que es otra cosa.

Ahora, en cambio, yo no veo un papel, y no hace falta, porque todo lo vemos de manera electrónica.

La transformación tecnológica es algo a lo que le he dado mucha importancia a través de los años. Yo no creo que la tecnología va a reemplazar el buen juicio nuestro, pero sí definitivamente te va a ayudar a tomar mejores decisiones y más rápido.

Usted ha conducido Citi con el perfil de una banca corporativa. ¿Cómo se traduce eso en aporte a la sociedad dominicana? 

Eso impacta de varias maneras. Primero, al nosotros tener relaciones con las multinacionales más relevantes, no solamente las norteamericanas, sino además europeas y asiáticas, podemos ser parte importante, y definitivamente hemos sido, en ese proceso de decisión de algunas de las multinacionales que quieren invertir en República Dominicana.

Del punto de vista corporativo, nosotros hemos sido parte de las transacciones más relevantes que se han hecho en el sector privado en el país. Segundo, hemos sido asesores del sector público, de (el Ministerio de) Hacienda en todas las administraciones desde que yo estoy acá.

La otra cosa que es importante mencionar es que nuestro negocio de banca de corresponsalía apoya el sistema financiero local. Ese prestigio internacional de Citi se endosa en cierta medida en su rol de intermediación entre otros bancos foráneos y la economía dominicana.

¿Cómo vislumbra el porvenir del sistema financiero dominicano?

El sistema financiero dominicano ha crecido en términos de tamaño, talento, organización y manejo de riesgos. Entiendo que tiene toda la fortaleza para poder seguir creciendo, está sumamente bien capitalizado, así que puede también enfrentar cualquier situación difícil que se presente, aunque no la estamos esperando.

Además, el sector ha desarrollado un interés marcado en tener un sistema financiero más inclusivo. Ha estado muy interesado, junto con el regulador, que ha sido parte importante, en mejorar la bancarización. Mientras más bancarizada la población está, el nivel de crecimiento es más sostenible.

¿Qué podemos conocer de los próximos pasos de Máximo Vidal?

Yo he tomado esta decisión en colaboración internamente con el banco y me siento muy agradecido del apoyo que me ha dado. Eventualmente voy a pasar a una etapa de mi vida donde voy a estar en esa zona a la que quizás no estoy acostumbrado. Y yo creo que eso me va a ayudar a asumir nuevos retos y de nuevo poder ayudar a profesionales que uno en el pasado ha ayudado y quizás siguen con algún tipo de interacción con uno. Desde esta segunda carrera que yo quizás comienzo, podré seguir aportando de una manera u otra al sector privado y sistema financiero.

¿Qué consejos puede dar al relevo generacional?

Hay un cuento de un libro de Frank Kafka, que se llama “Ante la Ley”, cuyo mensaje realmente es que cada uno de nosotros, en cualquier actividad que hagamos, tendremos a esas personas que ‘custodian la entrada’ (ponen barreras). Pero solamente nosotros, con nuestras decisiones personales, podemos y debemos tener la iniciativa para cruzar ese puente y conocer qué es lo que realmente queremos hacer.

La otra cosa a comentar son las circunstancias a nuestro alrededor que no controlamos. Hay un autor que se llama Fred Kofman que maneja el concepto en inglés de ‘victim vs player’.  Una víctima, si llega tarde a una reunión no es culpa suya, es culpa del tráfico; pero el protagonista, si sabe que hay tráfico, sale más temprano. Eso a mí me ha servido muchísimo trabajando en Citi, que es una organización global en la que tenemos que satisfacer a varias audiencias, a clientes, al regulador, a nuestros profesionales.

La tercera reflexión es lo importante que es tener valores claros y tangibles. No hablo de sentarte aquí y escribir cuáles son tus valores, aquí el reto es definirlos y colocarlos en tus procesos de decisión del día a día.  Tres valores que para mí son esenciales son tolerancia, integridad y gratitud. Cuando tomo decisiones, trato de incorporarlos al proceso y eso me ayuda mucho a entender en qué dirección voy.

Distinción al tesorero de la ABA
Máximo Vidal, un referente del sector bancario dominicano, ha recibido múltiples reconocimientos desde que anunció su salida del Citi, entre las que se destaca la despedida que le realizara la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana, en la que fue por muchos años el tesorero.

“La ABA, por mi experiencia, es una de las asociaciones que más credibilidad tiene en el país; siempre se ha manejado de una manera muy transparente y ha contribuido de manera importante al desarrollo económico de República Dominicana. Para mí realmente ha sido un privilegio ser parte de ABA, ser su tesorero”, expuso en la entrevista.
En ese contexto, resaltó el liderazgo y la colaboración mostrada tanto por el pasado presidente del gremio, José Manuel López Valdes, como por la presidenta actual, Rosanna Ruiz.
“En Citi nos apoyamos mucho de la ABA en situaciones que entendemos necesitamos y la verdad que la historia ha sido de colaboración, cooperación y de ver cómo podemos seguir ayudando. Eso ha sido”.

Este artículo pertenece a la Revista ABANCE
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