Conversar con Elizabeth Tovar es emprender un viaje de exploración por los atractivos de la “industria” de reuniones y ampliar la panorámica sobre las alternativas de expansión del turismo dominicano. Una intensa y variada trayectoria en dicha actividad le dan la autoridad para proyectar el camino por recorrer.
“Llevo 31 años en este negocio y pienso que este es el nacimiento de la verdadera industria de reuniones de este país”, expresa la presidenta de Turenlaces, empresa operadora de congresos, convenciones y eventos.
La travesía por sus múltiples vivencias incluye escalas para conocer de sus aficiones por el golf, el vino, la aviación y puntos de interés, aunque registra residencia permanente en República Dominicana, tierra a la que Elizabeth Tovar ha abrazado con fervor. Economista, con estudios de alta gerencia y una amplia visión de los negocios, sintetiza las claves de su éxito en solo tres palabras: persistencia, resiliencia y disrupción.
A: ¿Qué le parece si comenzamos hablando de Turenlaces y cómo surgió?
ET: Turenlaces es una empresa consolidada con 31 años deservicios ya, que se ha enfocado en un tema que era muy poco conocido cuando aquí se hablaba de turismo
A: ¿Estamos hablando de turismo de reuniones?
ET: Estamos hablando de la industria de reuniones, que nosotros le hemos quitado lo del turismo, porque el turismo es parte de la derrama económica que deja esta industria. Hay que ver cómo se llenan los hoteles en las ciudades que han desarrollado la estrategia de la industria de reuniones. Fíjense que Barcelona es un destino que ha decidido que no quiere turismo de masa, que lo que quiere es la industria de reuniones y, de hecho, son los número uno del mundo.
A: ¿Cuál es el aporte global de este sector en términos de PIB?
ET: Events Industry Council, consejo mundial que agrupa a 32 asociaciones de la industria de reuniones, ha medido científicamente los aportes económicos de la industria a nivel mundial y es impresionante poder decir que aporta el 13% del producto interno bruto global.
A: ¿Tenemos un aproximado para República Dominicana?
ET: La primera vez que se midió la industria de reuniones científicamente, descubrimos que somos un poder. Entre el mes de septiembre de 2022 y abril de 2023, esos nueve meses, nosotros tuvimos más de 2,700 eventos en República Dominicana, de los cuales hubo 181 congresos. ¡Eso es una barbaridad!
A: Nos llama mucho la atención que una economista de formación se haya inclinado precisamente por esta área. ¿Cómo nació esa pasión por esta actividad?
Yo estaba haciendo inversiones en pequeñas empresas y también estaba haciendo unas consultorías para el Banco Mundial y el Fondo de Inversiones de Venezuela. Y en el país, una persona me convenció de que el turismo era muy fácil, que yo podría jugar golf toda mi vida, y me encontré que eso no era así, que el turismo es durísimo. Sin embargo, tiene muchas satisfacciones a nivel profesional que me llenaban más que la economía. Ahora, la parte económica sí me ayudó mucho para poder progresar. Creo que las enseñanzas de esa persona que se llamaba María Rosa Mella fueron muy críticas para yo empezar a ver qué se podía hacer adicionalmente a lo que ya estaba hecho en ese momento. Claro, hubo ciertas fallas de apreciación al principio porque pensé que era más fácil.
A: ¿Cuáles obstáculos se le presentaron y cómo logró vencerlos?
ET: Bueno, el primer obstáculo fue económico y de percepción, los hoteles aquí todos vendían vuelos charters con una estadía de 15 días en esa época. ¿Cómo decirles a ellos que dejaran de vender sus habitaciones de 15 días para centrarse en un congreso de cuatro a cinco noches? Entonces primero tuvimos que negociar mucho y tengo que decir que hay dos cadenas hoteleras que nos abrieron las puertas. Una fue Meliá, en la persona de Gabriel Escarrer padre. Otros que nos ayudaron fueron los hermanos Barceló, Gabriel y Sebastián.
Nos sentamos, hablamos de lo que era el retorno de inversión en la industria de reuniones, les explicamos que el congresista/convencionista gasta alrededor de siete veces más de lo que gasta un turista regular y además no tiene tanta sensibilidad con la tarifa.
“Events Industry Council, consejo mundial que agrupa a 32 asociaciones de la industria de reuniones, ha medido científicamente los aportes económicos de la industria a nivel mundial y es impresionante poder decir que aporta el 13% del producto interno bruto global”
A: Enamorada del proyecto, usted decidió quedarse en República Dominicana. ¿Cómo se dio el proceso de desarraigo?
ET: El desarraigo en República Dominicana es muy leve. ¿Por qué? Porque ustedes hacen que uno se sienta como si estuviera en su casa, porque ustedes tienen una forma de ser que no la tiene nadie, de modo que desarrollé un profundo amor por el país.
A: Usted ha sido distinguida con múltiples premios y escogencias como directiva en organizaciones del sector. Cuéntenos un poco.
ET: En República Dominicana la ley de turismo es de 1969, no hemos evolucionado en eso; por lo tanto, la clasificación de los actores en el turismo se divide solamente en agencias de viaje y turoperadoras, y esta profesión no es ni una cosa ni la otra, pero para estar legales pues nos metimos en la de turoperadores.
No sé por qué, en un momento dado se les ocurrió a la Asociación de Tour Operadores Receptivos de República Dominicana (Opetur) ponerme al frente y de ahí pasé ocho años como presidenta de los turoperadores de este país. Actualmente, soy vicepresidenta desde hace dos meses.
A: Volviendo a esos inicios, ¿En qué condición encontró el mercado dominicano en aquel tiempo?
ET: Estamos hablando del año 1990, aunque nos registramos en 1992, porque estábamos en eso de determinar cómo lo íbamos a hacer. Tú ibas a Bávaro en cuatro horas y media en una carretera llena de hoyos, pero, al fin, era allí donde se estaban haciendo los pininos. Aquí estaba el hotel Jaragua y el hotel El Embajador, pero es que ninguno de esos hoteles estaba en ese momento acondicionado para hacer eventos. Hoy en día ya todos se han remozado y se han puesto a la vanguardia, pero todavía nos falta tener un centro de convenciones.
A: Es evidente su pasión por cada proyecto, pero sabemos también que es apasionada del golf y los vinos. ¿Cómo surgen esos amores?
ET: ¡Oh Dios! Eso es historia patria. Yo aprendí a jugar golf desde que yo tenía como dos años. Mi madre fue campeona sudamericana y mi padre jugaba muy bien. Yo creo que de ahí viene la pasión por el turismo, porque viajaba mucho como invitada a jugar torneos internacionales y así fue que yo conocí a los dominicanos, que fue en el Torneo de las Américas.
Yo soy muy apasionada de muchas cosas. ¿Los vinos? Sí, los vinos me vienen de mi familia, mi padre tenía un viñedo y siempre nos hablaba de vinos. Por esas circunstancias, en realidad me fui a estudiar a Europa, a Italia…
Mi otra pasión son los aviones. Volé todo tipo de aviones pequeños como piloto privado y me divertí mucho. Fue una gran experiencia.
A: En cuanto al turismo dominicano, ¿Cómo califica este repunte luego de la pandemia?
ET: Bueno, lo primero fue una estrategia gubernamental excelente. Cuando yo oía al presidente Luis Abinader, recién inaugurado su gobierno, decir que iba a vacunar al mismo tiempo el sector salud y el sector turismo, dije por aquí vamos por buen camino.
Y nosotros entramos en esa misma onda. Nosotros somos el primer país que hizo un evento durante la pandemia, y fue precisamente el de COCAL (Confederación de Entidades Organizadoras de Congresos y Afines de América Latina), donde yo era presidenta y exigí que fuera presencial; o sea, una manera de decir: aquí en el país se pueden hacer eventos presenciales y no vamos a tener problemas. Estamos hablando de marzo de 2021, no había un solo país abierto. Un mes después, hicimos un evento internacional, pero imagínese de qué: el Latinoamericano de Infectología. Y de ahí en adelante tuvimos el congreso más grande en 2021 que se ha hecho en Latinoamérica, que fue el Congreso de Ginecología y Medicina Interna.
A: ¿Dónde está la clave para que se mantenga ese ritmo de crecimiento?
ET: La clave está en el big data. Por primera vez, nosotros estamos usando big data en el país para uno saber qué pasa en turismo. Y a partir del mes de septiembre del año pasado empezamos a medir industria de reuniones
A: ¿Y en qué situación se encuentra ahora el sector de congresos y reuniones?
ET: A pesar de que yo llevo 31 años en este negocio, yo pienso que este es el nacimiento de la verdadera industria de reuniones de este país. Ahora vamos a ver el verdadero impacto de la industria de reuniones, lo que han visto en otros países, España, Italia, Argentina, y lo que están viendo ahora, en una forma de competencia para nosotros, Colombia, Panamá, Costa Rica…
A: ¿Cuenta República Dominicana con la infraestructura necesaria para ese repunte?
ET: Bueno, la industria de reuniones tiene varios mercados; primero está el mercado de los grandes congresos que no creo que sea apropiado para un territorio del tamaño del nuestro; por ejemplo, hay congresos como el de tecnología de Barcelona, que llevan 300,000 personas, o como Chicago, que tiene un centro de convenciones para 200,000.
Nosotros sí podemos captar todo lo que sea regional en una forma muy eficiente. Ahora estamos captando una pequeña parte, porque no podemos captar lo regional con la infraestructura actual, ya que necesitamos un centro de convenciones.
Sí podemos captar un mercado que es más o menos de un 76% de todo el mercado de la industria, que es menor de 500 personas, pero si tuviésemos los dos, podríamos derivar en muchas más cosas.
A: ¿Se necesita un centro de convenciones de qué capacidad?
ET: Nosotros hemos estudiado mucho eso y hemos tenido conversaciones con varios actores de industria, los dueños, los operadores, y hemos llegado a la conclusión que el mercado nuestro necesitaría un centro para 7,000 a 8,000 personas.
A: ¿Cuál es la capacidad actual del centro más grande en el país?
ET: El centro convencional más grande es el de Hard Rock. La capacidad para plenarias, si no tuvieras que presentar más nada, sería de 3,600 personas, pero realmente un congreso necesita áreas de exhibiciones simultáneas: talleres, simposios, etcétera.
A: ¿Qué hitos o metas tienen previstas para 2024?
ET: Bueno, nosotros tenemos metas de aquí hasta el 2029 ya firmadas. Pero del 2024 tenemos un congreso enorme que es el Congreso Internacional de Urología, que tendrá que ser en el Hard Rock también porque no hay espacio en otro lado, hasta que venga el Moon Palace, que va a tener un área que va a ser el doble y después vendrá el Meliá, que va a ser más grande. Pero todo es en Bávaro; aquí en la capital se requiere también un centro de convenciones, porque aquí vienen aquellos congresos que son gubernamentales, ong, etc.
A: ¿Qué más le hace falta a República Dominicana para convertirse en un verdadero punto de industria de reuniones?
ET: Son los pasos de cualquier empresa: un plan estratégico, solo para la industria de reuniones, un plan de acción y un organismo de mercadeo que existe en cada ciudad a nivel de la industria de reuniones que se llama Destination Marketing Organization. Además, se necesita seguir profesionalizando a la gente.
No es difícil. Aquí podemos hacer cualquier cosa, por nuestra ubicación geográfica, pero sí debemos tener una estrategia y un plan de acción.
A: ¿El potencial de la industria de reuniones solamente se concentra en el este y en Santo Domingo?
ET: El ejemplo más crítico de un sitio que no tiene nada, un desierto, está en Las Vegas. Las Vegas vive de la industria de reuniones, no de los casinos; no hay una habitación libre de enero a diciembre, y lo que tiene son centros de convenciones, todos los hoteles tienen.
El potencial para hacerlo está en cualquier lado. Lo que ocurre es que para desarrollar este sector en el sur sí hay que tener
hoteles con una capacidad para 200 o 300 personas, o sea, hay que construir infraestructura. Barahona tiene mucho potencial; podría estar ahí el centro de distribución para muchas cosas en el sur. El sur tiene tanto que ofrecer que ahí hay un potencial enorme para hacer congresos, por ejemplo, de espeleología, de geografía, de todo lo que es ecoturismo. Y son congresos que están por todos lados, pero no tenemos cómo atraerlos.
A: Eso quiere decir que el sector está resultando atractivo…
ET: No solamente atractivo, sino que hay mucho potencial, debido a que los dominicanos son muy particulares en hospitalidad y, además, como les gusta la música, son magníficos para los idiomas y el estándar que tenemos aquí en Congreso es muy, muy bueno.
Nos damos cuenta con la valoración que nos hacen en los congresos. Yo pido siempre que nos den una valoración de cómo quedamos y la valoración de República Dominicana es altísima en calidad. Muy buena noticia, hay magníficos proveedores de audiovisuales, magníficos proveedores de todo lo que sea. Tenemos tecnología de registro, tecnología de exhibición, todo para hacer un congreso o una convención excelente.
Ahora falta dinamizar un poquito la estrategia, determinar cómo vamos a buscar ese pedazo de pastel que nos toca, pues esos 181 congresos se pueden duplicar y triplicar, pero eso requiere estrategia porque estamos compitiendo con todo el mundo.