El plan te da vuelta en la cabeza hace mucho tiempo, pero te asaltan las dudas de si debes embarcarte en un proyecto tan trascendente como un préstamo inmobiliario. Lo primero que debes hacer es algo muy sencillo, que no te cuesta y te ayudará bastante para navegar seguro en aguas tranquilas durante el período de pago. Todo comienza con informarte debidamente. Entonces sabrás si este es el momento o debes prepararte mejor.
Tal como resalta Zoila Abreu, directora de Ventas Alternas de Scotiabank, adquirir una propiedad es uno de los pasos más importantes en la vida financiera de muchas personas, en cuya decisión intervienen varios factores: la situación familiar, condición financiera actual, estabilidad laboral, planes de vida a corto y largo plazo, entre otros factores externos como las tasas de interés del mercado.
Información y evaluación
Con plena conciencia de todas estas variables, la ejecutiva financiera recomienda empezar con una autoevaluación. “Da un vistazo a tus ahorros y al manejo de tus finanzas”.
La próxima acción es acercarte a tu entidad financiera y tener una entrevista sincera con tu asesor bancario, para conocer una estimación de cuánto podrías financiar de acuerdo con tus ingresos, tus activos, tus deudas y tu historial crediticio.
Este último aspecto resulta determinante para definir la capacidad del solicitante para endeudarse, pues evidencia tanto su condición crediticia actual, la proporción de sus mensualidades de pago con su nivel de ingresos, así como la puntualidad con la que ha respondido a sus compromisos financieros.
“El rol de un asesor financiero es guiarte y acompañarte en este proceso importante que involucra la compra de tu hogar. El mismo debe asegurar que cuentas con la capacidad de pago, ofrecerte las informaciones oportunas y que manejes todo dato para este nuevo compromiso; y de no estarlo, apoyarte a organizarte para ese gran logro”.
De esta entrevista con el representante bancario, saldrá también un cálculo fundamental para el trayecto de esa relación entre el préstamo y el beneficiario. El asesor te ayudará a definir qué tanto puedes o cuánto es el mínimo que deberías aportar como inicial, con tal de financiar el resto. “Es recomendable que dispongas de tus ahorros, mínimo el 20% del valor de la propiedad, como inicial”, aconseja Abreu.
Agotada esta parte diagnóstica, puedes ya salir en busca de esa vivienda o propiedad inmobiliaria que esté acorde con tus necesidades y con tu capacidad de pago.
Definición
Digamos que encontraste la casa o apartamento que te gusta y que se ajusta a tu condición económica. Llegó el momento de tomar otras decisiones. Tu entidad de intermediación financiera te ofrecerá varias opciones para que puedas programarte mejor de acuerdo con tu realidad. Una tasa fija para el pago de tu préstamo hipotecario te permitirá planificarte con mayor certeza y control, de modo que te cubrirás ante los indicadores que puedan afectar las tasas de interés a futuro. En cambio, con una tasa variable, podrías estar aprovechando un porcentaje mejor al momento de firmar.
“Algo importante a resaltar es que, cuando tomas un préstamo con tasa variable (usualmente es mucho más baja) esto te permite que tus primeros pagos aporten más al capital, lo que disminuye el monto de tu deuda más rápido”.
Algo que muchos clientes bancarios pierden de vista cuando apuestan a un préstamo hipotecario son los gastos adicionales. El banco te pedirá una tasación del inmueble para determinar su precio de mercado; este procedimiento es importante para la institución que te prestará el dinero como para ti, que pagarás ese valor, más el del financiamiento.
Además del costo de la tasación, debes asegurarte de tener disponible el dinero de los gastos administrativos del préstamo y los impuestos de transferencia de título de propiedad, para cumplir con las obligaciones legales correspondientes.
Prevención y control
Luego vienen otras alternativas que, como tal, son opcionales para el adquiriente de la propiedad, pero de suma importancia para proteger la inversión realizada. La primera es la adquisición de un seguro.
“En Scotiabank te ofrecemos un abanico de coberturas, el cual son pagos mínimos incluidos en la misma cuota de tu préstamo, tales como seguro de vivienda, seguro de vida, seguro de desempleo y hasta un seguro en caso de enfermedades graves”, nos comenta Abreu.
Otra alternativa, orientada a manejarte con holgura durante el período de pago del crédito es la de asegurarse un fondo de emergencia, para poder responder a imprevistos que amenacen la capacidad de saldar las mensualidades. Esto podría ser por enfermedad, desempleo, etc.
Si cuentas con ingresos estables y llevas un buen control sobre tus finanzas, se recomienda contar con un fondo de emergencia que te cubra entre tres a seis meses. En cambio, si tus ingresos son por comisión o trabajas de manera independiente debes esforzarte por incrementarlo, agrega la experta.