Que se hable tanto del lavado del dinero indicaría que es tan fácil como echarlos al lavarropa. Sin embargo, esta actividad ilícita es el proceso de hacer ilegalmente una “fortuna” y ocultarla para que parezca que se generó a partir de fuentes legítimas. Básicamente, hacer lucir limpio lo que, valga la redundancia, se considera “sucio”.
Aunque hay una larga lista de fuentes de las que puede generarse, ese dinero normalmente proviene del tráfico sexual, drogas, terrorismo y otros medios no legales. Habría que aclarar que aunque se “lave” sigue siendo un delito grave que conlleva penas severas, incluida la cárcel.
Debido a que la práctica es tan frecuente y dañina, la mayoría de bancos debe contar con tecnología contra el lavado de dinero (AML*) y al mismo tiempo ser proactivos en la lucha de este delito. El deber del resto de la población es informarse acerca del tema y por eso hemos preparado este artículo.
Así camuflan el lavado de activos
Hoy en día el lavado de activos es una actividad que evoluciona a la par con la tecnología. A pesar de que hay nuevos métodos, como criptomonedas y otros procesos, existen formas básicas que se deben conocer para detectar esta actividad.
Hay tres pasos que se utilizan para disfrazar la fuente del dinero ganado ilegalmente y hacerlo utilizable:
Colocación: el dinero se introduce en el sistema financiero, generalmente dividiéndolo en varios depósitos e inversiones diferentes.
Capas o estratificación: es cuando los delincuentes ocultan los orígenes de los fondos ilícitos al redistribuirlos de múltiples maneras que crean distancia entre el dinero y los perpetradores.
Integración: el dinero luego se devuelve a los autores como ingresos legítimos o dinero limpio.
Métodos básicos
Pitufos
Al contrario de lo que puedas creer, esto no tiene nada que ver con los clásicos dibujos animados infantiles. Pitufo es el término utilizado para describir a un lavador de dinero que quiere evitar el escrutinio del gobierno. Lo hacen utilizando los pasos antes mencionados (colocación, estratificación e integración).
Las instituciones financieras están obligadas a informar a las autoridades y los reguladores financieros sobre los depósitos grandes o aquellos que consideren sospechosos. Al guardar cantidades más pequeñas o pitufar, los lavadores pueden pasar desapercibidos y hacer que parezca que el dinero es de origen legítimo.
Mezclar
Implica invertir en negocios con altos flujos de efectivo como lavanderías y lavados de autos que entremezclan fondos ilícitos con dinero legítimo hasta que los dos flujos de ingresos son indistinguibles entre sí.
Compañías fachadas
Se crean empresas ficticias (‘fantasmas’) para ocultar fondos ilegales y evitar el pago de impuestos. El relativo anonimato en torno a la declaración de la verdadera identidad -propiedad corporativa real- de tales entidades lo hace posible.
Sobre/subfacturación en comercio
Esta técnica integra el producto del delito en la economía legítima mediante la compra de bienes a precios inflados o desinflados, a menudo a nivel internacional. Otra variación es realizar inversiones legítimas en flujos financieros legales como el comercio de acciones y bonos o la compra de participaciones en negocios establecidos.
Otra manera es la venta o compra de artículos de alto valor como propiedades, bienes inmuebles u otros artículos de lujo. Estas transacciones, por lo general, llaman muy poco la atención de las autoridades. Además, se suman las obras de arte. Estas son particularmente vulnerables a esta compleja técnica debido a su valor subjetivo percibido.
Estaferrato
Esta técnica de blanqueo de capitales implica el pago de salarios “efectivo en mano” a trabajadores no registrados, muchas veces utilizando fondos obtenidos ilegalmente y libres de impuestos.
Bienes Raíces
Como explicábamos, el lavado de bienes raíces funciona porque los tratos involucran grandes cantidades de efectivo, así como sistemas financieros legítimos (bancos y compañías hipotecarias). Con frecuencia se compra una propiedad inmobiliaria utilizando efectivo de actividades ilegales, se vende rápidamente y se depositan las ganancias en una cuenta bancaria legítima.
También se suele utilizar a un tercero que compre la propiedad o usar compañías ficticias para la adquisición. Una vez que se ha vendido la propiedad, rastrear los orígenes de los fondos de la compra se vuelve más complejo.
Para concluir, el lavado de dinero es un gran problema, no solo por ser un delito. La práctica delictiva afecta alrededor de US$2 billones cada año, o mejor dicho entre el 2% al 5% del PIB mundial. Esto no es nuevo. De hecho, hace más de 100 años, durante el período de prohibición en EE. UU., las bandas del crimen organizado se beneficiaron enormemente del ‘contrabando’ (fabricación, distribución y venta ilegales de alcohol) durante los trece años de la prohibición nacional de la bebida.
*AML significa Anti-Money Laundering y engloba los controles y acciones a desarrollar dentro de una empresa para prevenir, identificar y reportar conductas que tengan que ver con lavado de dinero.
