La palabra finanzas, según su etimología, deriva del verbo ‘finer’, variante de ‘finir’ (terminar), cuyo significado es ‘pagar’. Este término se remonta al siglo XIII, es decir, seis siglos antes del nacimiento de Juan Pablo Duarte y Díez, el padre de la patria de la República Dominicana, quien llegó al mundo un 26 de enero de 1813.
Al repasar su historia, nos damos cuenta de que Duarte no solo dejó un legado como líder e ilustre patriota, sino que también ofrece valiosas lecciones sobre gestión financiera. Este aspecto nos invita a preguntarte: ¿te has detenido a estudiarlo desde la óptica del manejo de las finanzas?
Con motivo de la celebración de los 211 años del natalicio de nuestro Padre de la Patria, te invitamos a explorar esta mirada financiera sobre Juan Pablo Duarte, destacando su desprendimiento económico y su ejemplar rendición de cuentas.
Duarte, con sus acciones y la evidencia histórica del manejo de sus finanzas, demostró una serie de valores, que hoy los estudiosos de su vida resaltan.
La carta del sacrificio patrimonial: visión de inversión a largo plazo
Uno de los documentos más reveladores sobre la vida financiera de Duarte es su carta del 4 de febrero de 1844, conocida como “la carta del sacrificio”. Escrita desde el exilio y antes de la proclamación de la Independencia, esta misiva muestra el compromiso de Duarte con la causa patriótica. En ella, se resalta esta solicitud a su familia:
“Ofrendemos en aras de la patria lo que, a costa del amor y del trabajo de nuestro padre, hemos heredado”.
Más allá del desprendimiento material, el mensaje de nuestro prócer demuestra su sentido de responsabilidad y su visión estratégica para recuperar el presupuesto familiar que se invertiría a favor de la gesta de independencia. Pero su táctica se fundamentaba siempre en el trabajo digno, como se evidencia cuando expresa:
“Independizada la patria puedo hacerme cargo del almacén, y, heredero del ilimitado crédito de nuestro padre y de sus conocimientos en el ramo de marina, nuestros negocios mejorarán y no tendremos que arrepentirnos de habernos mostrado dignos hijos de la patria”.
En ese sentido, Duarte articuló una estrategia no solo para financiar la lucha independentista, sino también para garantizar la recuperación patrimonial de su familia al largo plazo, con el sudor de su frente.
Entrevista con el Instituto Duartiano
En una entrevista que realizamos al presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez, conversamos sobre estos hechos relevantes en la vida financiera de Duarte, donde el investigador resalta que, a pesar del desprendimiento, Duarte siempre demostró responsabilidad.
La rendición de cuentas de Duarte
Otro aspecto que resalta en la figura de Duarte es su manejo transparente de las finanzas públicas, un ejemplo de pulcritud y responsabilidad.
Más adelante, en marzo de 1844, tras ser designado por la Junta Central Gubernativa al frente de una división del ejército, Duarte recibió $1,000 pesos fuertes para una misión en Sabana Buey, Baní. De esta suma, gastó únicamente $173 pesos fuertes en conceptos como raciones para las tropas, gratificaciones a militares, alimentos y utensilios. El 12 de abril del mismo año, tras regresar a Santo Domingo, devolvió al Tesoro de la República los $827 pesos restantes, acompañados de una relación detallada de los gastos.
Celebrar el natalicio de Juan Pablo Duarte no solo es recordar su lucha por la independencia, sino también reflexionar sobre su ejemplo de integridad en el manejo de los recursos. Hoy día siguen siendo valores esenciales para construir una sociedad justa, sostenible e inclusiva.
Contexto económico de la nueva república
Durante los primeros años de la nueva república, fundada con la sangre y el sudor de muchos bajo la visión inspiradora de Juan Pablo Duarte, la población iba de 126,000 habitantes a 200,000, según diferentes registros, y las fuerzas productivas tuvieron que levantar el país prácticamente a partir desde cero, según datos y versiones recogidos por Franklin Franco en su libro Historia del Pueblo Dominicano.
Fruto de que muchos de los pobladores en edad productiva estaban dedicados al ejército y a las luchas que se generaron para preservar la independencia, la actividad agropecuaria era muy baja y los suministros dependían en gran medida de las importaciones.
No obstante, se exportaba caoba, palo de campache, cueros de res y tabaco.
Se instituyó el peso dominicano, para sustituir la moneda haitiana, que entonces valía cinco francos franceses y se cotizaba a dos por un dólar.
Entre 1844 y 1849, se realizaron cuatro emisiones de papel moneda, por un valor de tres millones 325,000 pesos, para la instauración del peso y para cubrir gastos administrativos urgentes de guerra y pagar deudas contraídas con prestamistas y comerciantes nacionales y extranjeros.
Del Presupuesto General de la Nación, de 1,186,000 pesos, un millón se gastaba en las fuerzas armadas de tierra y mar.