Por Sovieski Naut, Gerente de Economía Digital y PYMES de la ABA.
La transformación digital adopta, cada vez más, nuevas formas para hacer la vida más fácil y cómoda a los seres humanos, este proceso genera eficiencias, reduce costos y genera nuevos modelos de negocio, antes inimaginables.
Un ejemplo de estas tecnologías que sirven de soporte a la banca mundial para generar una experiencia de usuario sin fricción y cada vez más personalizada es el Onboarding digital.
En sentido amplio, el objetivo principal de este servicio brindar confianza a las transacciones que ejecutan los usuarios del sistema financiero en entornos digitales.
Mejorando la experiencia del cliente
La confianza comienza con el Onboarding Digital, “el proceso electrónico que permite la identificación de
un consumidor financiero frente a una institución financiera y cuyo resultado genera una confianza equivalente a un proceso presencial”, así lo describe el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
¿Por qué es importante? Refuerza la prevención de lavado de activos y mejora la experiencia del cliente.
Al realizarse de forma totalmente digital, este tipo de sistemas facilita la identificación y verificación de la identidad de los usuarios, lo contribuye a la inclusión financiera.
En palabras del Grupo de Acción Financiera, habilita “a personas que no han accedido a servicios a probar su identidad oficial en un rango amplio de circunstancias y reforzar la lucha en la prevención de blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo”.
En palabras llanas, el Onboarding Digital es el proceso de validar que una persona es realmente quien dice ser a través de un canal digital.
¿Cómo funciona?
El proceso es ágil para el usuario final gracias a herramientas como el machine learning (automatización automática) y la inteligencia artificial que mejoran la precisión.
Incluye la recopilación y el procesamiento de los datos de los clientes en tiempo real, lo que es esencial para identificar rápidamente riesgos
Los pasos se pueden ver de esta forma:
- Una persona ingresa por primera vez a un canal digital de la empresa y debe confirmar su identidad.
- Completa sus datos personales.
- Suministra documentos oficiales válidos como su cédula o pasaporte.
- Inicia un proceso de biometría, es decir, el análisis de características físicas del usuario por medio de una fotografía, huella dactilar, entre otras opciones.
- Se realiza una prueba de vida, es decir, la validación de que la persona es quien dice ser.
- Validación canal de medio tercer factor autenticación (por ejemplo, el envío de un mensaje de texto o correo electrónico). Esto permite que la persona acceda a los servicios de forma segura.

Este tipo de tecnología aporta valor al cliente y a la entidad de intermediación financiera, contribuyendo a la generación de productos y servicios financieros que no requieren la presencia física de los clientes, eliminando largas filas y costos operativos innecesarios para los clientes y las instituciones de intermediación financiera.
La prestación de servicios de confianza en entornos digitales, como se le conoce a este tipo de tecnología, constituye una ventaja estratégica para la banca mundial y el caso dominicano no es una excepción a esta tendencia que venía en aumento y que la pandemia aceleró significativamente.
Reconociendo esta importancia, desde la ABA, estamos apostando a la integración de servicios de confianza en toda la cadena de valor de servicios financieros que se traducen en reducción de costos, inclusión financiera y una experiencia sin fricciones para el usuario.