Las circunstancias en las que vive la población mundial con la actual presencia del coronavirus no solo han generado un impacto económico, social y sanitario, sino también a nivel medioambiental.
El mecanismo de protección contra el virus ha traído consigo un incremento de los desechos, a consecuencia del nuevo estilo de vida que obliga al uso diario de mascarillas, guantes desechables, productos desinfectantes, máscaras de plástico, entre otros. Además del hecho de que el pasar más tiempo en los hogares conlleva un aumento del consumo de recursos como la energía eléctrica y el agua.
Según coinciden los ambientalistas, Andrés Ferrer y Pablo José Marte, consultados por la ABA, estos equipos de protección individual y demás residuos muchas veces no son desechados de la manera correcta ni son tratados con el manejo adecuado, generando que terminen en las calles, ríos, playas y espacios naturales.
Esta situación despierta aún más la necesidad de implementar iniciativas dirigidas a la sostenibilidad -que se refiere a la satisfacción de nuestras necesidades sin comprometer las generaciones futuras- y la oportunidad de reflexionar en la manera de influir en el bienestar de los recursos naturales y el uso racional de los mismos.
¿Qué hacer?
Ferrer explica que la adopción de una ética personal sobre la relación con nuestro entorno, además del diseño e implementación de un sistema eficiente de gestión y aprovechamiento de los residuos sólidos, líquidos y gaseosos, mediante la educación y concienciación, son algunas de las acciones más inmediatas que deben tomar en cuenta tanto las personas como las empresas, para de esta manera contribuir con un mejor desarrollo sostenible.
De su lado, José Marte recomienda las siguientes acciones inmediatas:
- Cortar las mascarillas y sus tiras, además de los guantes desechables luego de utilizarlos, para evitar hacer daño a los animales.
- Eficientizar el consumo de agua en la higiene, como por ejemplo cerrando las llaves mientras transcurren los 20 segundos mínimos para la desinfección de las manos.
- Reducir el uso de energía eléctrica aprovechando al máximo la luz natural.
- Disminuir el uso de papel evitando imprimir documentos que se puedan leer en la pantalla.
- Eliminar el consumo de productos que contengan sustancias tóxicas como los insecticidas.
- Limitar el consumo de plástico optando por productos reciclables o reutilizables e implementar el consumo responsable.
- Al igual que luchar contra la pandemia del coronavirus, el continuar realizando labores para la sostenibilidad económica, social y medioambiental sigue siendo una responsabilidad de todos, ya que, de manera individual o colectiva, impulsan una buena calidad de vida y nuestro compromiso con el presente y futuras generaciones.