Santo Domingo, R. D.
16 de enero de 2015
Doctor
Rafael Molina Morillo
Director
EL DÍA
Su despacho.-
Distinguido señor Director:
El editorial del periódico bajo su dirección, correspondiente al jueves 15 de enero del año en curso nos ha causado inquietud y preocupación por la forma en que se refiere a los bancos en el contexto de un problema de drogas que ha estremecido a la opinión pública, pero que es totalmente ajeno a las instituciones bancarias miembros de esta Asociación.
En uno de sus párrafos la pieza editorial expresa: “Bancos y empresas funcionan como lavadoras de un dinero ensangrentado.” (Fin de la cita).
Esta aseveración, con un carácter de enfoque generalizado, constituye una seria imputación que no sólo afecta negativamente la reputación del sistema bancario, sino que desconoce que los bancos son las entidades del mercado dominicano con mayores niveles de regulación, supervisión y gobierno corporativo.
Como voz de la banca múltiple, representada actualmente por 17 instituciones, esta asociación lamenta que el editorial de EL DÍA se pronunciara en los términos en que lo ha hecho sin tomar en cuenta los estrictos controles aplicados, sobre la base de las mejores prácticas internacionales, para prevenir el blanqueo de capitales en los bancos que operan en nuestro país.
Nuestras instituciones bancarias hacen cuantiosas inversiones, tanto en tecnología como en formación de capital humano, para establecer y desarrollar sus políticas de cumplimiento y controlar los riesgos inherentes al dinero sucio, proveniente de actividades ilícitas.
En este orden los reportes internacionales sobre blanqueo de capitales y países proclives o vulnerables a esa práctica, no incluyen a nuestro sistema bancario y nuestras entidades no forman parte de lista alguna de lugares donde se anida el dinero que emana del crimen organizado.
En este sentido, y asumiendo que los editoriales son piezas que buscan llevar claridad, orientación y edificación a los lectores, televidentes o radioescuchas en tono justo y equilibrado, le solicitamos una enmienda a la aseveración de que los bancos funcionan “como lavadoras de un dinero ensangrentando”.
Se trata de una afirmación de alto riesgo para la imagen y la confianza del público, dos intangibles fundamentales para la sostenibilidad de los servicios financieros. Agradeciendo su atención a esta comunicación,
Muy atentamente,
José Ml. López Valdés,
Presidente