Cuando surge la necesidad de adquirir un televisor o electrodoméstico nuevo sin contar con el dinero de inmediato, el crédito diferido se presenta como una solución. Los bancos suelen ofrecerlo como una facilidad de pago adicional al monto disponible en la tarjeta de crédito, pero el funcionamiento y potencial de esta herramienta financiera siguen siendo poco conocidos.
El crédito diferido, también conocido como pago a plazo o en cuotas, es una modalidad de financiamiento que opera con fondos independientes del límite de la tarjeta. Esto permite a los consumidores realizar pagos de compras o avances en efectivo y desembolsar el dinero en cuotas fijas mensuales, de acuerdo con los términos establecidos por el banco.
Esta línea de crédito ofrece beneficios significativos, especialmente para personas que necesitan realizar compras de mayor monto y desean gestionar su flujo de caja dividiendo el costo en pagos más pequeños.
Ventajas principales
- Mayor flexibilidad financiera: Permite realizar compras de mayor monto sin comprometer la disponibilidad de crédito de la tarjeta. Además, brinda la oportunidad de dividir el costo en dos o más pagos cómodos.
- Planificación: Ayuda a gestionar los ingresos y gastos personales de manera más eficiente.
- Acceso a recursos: Facilita la obtención de bienes o servicios que de otra manera no podrían adquirirse de inmediato.
Funcionamiento y uso del crédito diferido
El esquema del crédito diferido puede variar según la entidad financiera. Pero en muchas de ellas, el usuario realiza la activación a través de los canales del banco y asigna la cantidad de cuotas para el monto solicitado.
Es ideal para compras importantes, donde el cliente prefiere distribuir. Por ejemplo, al momento de realizar una transacción en un comercio, el cliente debe informar en caja que desea diferir la compra. De esta manera, se procesa el pago, pero el monto total se divide en cuotas que pueden ir desde dos hasta 48 meses, a menudo con una tasa de interés fija y reducida, dependiendo del acuerdo con el banco emisor.
Alexander Domínguez, gerente del Ciclo de Vida del Producto de Tarjetas de Crédito de Scotiabank:
“Evalúe, según el flujo de sus ingresos y gastos personales, si el diferimiento es una herramienta conveniente para usted”.
El secreto para usarlo bien está en los detalles
Antes de diferir una compra, resulta indispensable revisar con detalle las condiciones establecidas por la entidad financiera. El tipo de tasa de interés es uno de los elementos más relevantes, ya que impacta en el costo final del financiamiento. Identificar si es fija, variable o mínima debe ayudar a tomar una decisión.
También conviene confirmar los plazos de pago, pues es importante saber en qué momento comenzará el primer cobro y cuántas cuotas se generarán en total.
Finalmente, cada entidad financiera define sus propios términos y políticas para este tipo de facilidades, por lo que se recomienda analizarlos con atención.