La vida puede presentar situaciones inesperadas que ponen a prueba nuestras finanzas personales. Desde la pérdida repentina de un empleo hasta gastos médicos urgentes, las emergencias económicas pueden desestabilizar nuestro presupuesto si no contamos con un respaldo adecuado.
Para evitar que estos imprevistos nos arrastren al endeudamiento, es fundamental contar con un fondo de emergencia.
Massiel de Jesús, periodista especializada en finanzas y autora de la guía MoneyMom, explica por qué y cómo crear ese “colchón financiero”, como un aporte para que podamos armar el nuestro en este 2025.
¿Qué es un fondo de emergencia?
De acuerdo con Massiel de Jesús, “un fondo de emergencia es tener una cantidad de dinero ahorrada específicamente para hacer frente a situaciones imprevistas, que generalmente requieren de mucho dinero”. Su objetivo principal es brindar seguridad económica cuando surgen gastos o sucesos inesperados, como accidentes, enfermedades o daños en el hogar.
La autora resalta que “tener ese colchón financiero es crucial para la estabilidad personal”, especialmente si se tienen hijos, pues las emergencias médicas o escolares pueden llegar sin aviso y resultar muy costosas.
“Tener un fondo de emergencia es una clara señal de una buena salud financiera, ya que ese ahorro actúa como un amortiguador en situaciones de contingencia”.
Contar con esta reserva no solo protege nuestras finanzas, sino que también reduce el estrés y nos permite tomar decisiones más racionales en momentos de crisis.
Beneficios del fondo de emergencias:
- Seguridad financiera: Te permite afrontar emergencias sin comprometer tus finanzas.
- Reducción del estrés: Disminuye la ansiedad al saber que tienes un respaldo económico.
- Estabilidad a largo plazo: Indica una buena salud financiera y capacidad de gestión ante imprevistos.
Planificación del fondo de emergencias
Define la necesidad de un fondo de emergencia
Además de cubrir emergencias puntuales, un fondo de emergencia funciona como un escudo financiero ante cambios drásticos de vida, por ejemplo, la pérdida de empleo. Por lo tanto, es necesario ante una variedad de situaciones individuales o familiares.
Ejemplos de situaciones que requieren un fondo de emergencia:
- Gastos médicos inesperados: accidentes o enfermedades que generan costos que tu seguro no cubre completamente.
- Reparaciones urgentes: daños que requieren una solución rápida para mantener tu calidad de vida, ya sea en el hogar o del vehículo.
- Desempleo: te permite cubrir tus gastos mientras buscas otra oportunidad laboral.
Añade que la pandemia del 2020 fue una muestra clara de la importancia de contar con ahorros para lo imprevisto.
Calcula el monto necesario para tu fondo de emergencia
Aunque no exista una regla universal, la recomendación clásica es reservar entre tres y seis meses de gastos esenciales, como alquiler, comida y servicios. Para ilustrarlo, De Jesús propone un caso sencillo:
Por ejemplo, si tus gastos mensuales son RD$1,000, deberías ahorrar entre RD$3,000 y RD$6,000.
Para hacer el cálculo multiplica tus gastos esenciales del mes por la cantidad de meses que quieres cubrir.
💡 Bonus tip de la autora. Comienza por incluir lo imprescindible y ve aumentando los meses de cobertura progresivamente para una mayor estabilidad financiera.
Factores por considerar al calcular el monto, según la especialista:
- Nivel de ingresos: si tus ingresos son inestables, considera ahorrar una cantidad mayor.
- Número de personas en el hogar: más miembros implican mayores gastos y posibles imprevistos.
- Estilo de vida: gastos variables, como actividades extracurriculares para los niños, deben ser incluidos en el cálculo.
- Gastos esenciales: asegúrate de que tu fondo cubra al menos tus gastos esenciales del mes, como comida, transporte, Internet, alquiler de la casa u otros servicios básicos.
Estrategias para construir tu fondo de emergencia
No es necesario ahorrar la cantidad total de una sola vez. Aquí te presentamos la estrategia de la autora para construir tu fondo de emergencia paso a paso.
1. Define cuánto quieres ahorrar y en qué plazo
Si bien ahorrar de golpe tres meses de gastos puede parecer imposible para algunas personas o familias, se recomienda empezar con una meta clara y, sobre todo, mantenerse constante. Lo importante es iniciar, aunque sea con pequeñas cantidades, e ir aumentando paulatinamente, para crear el hábito.
2. Elabora un presupuesto
Analiza tus ingresos y gastos mensuales. Identifica áreas donde puedes recortar gastos innecesarios y destina una parte fija de tus ingresos al fondo, como el 10% o menos.
3. Abre una cuenta separada
Mantener tu fondo de emergencia en una cuenta distinta te ayudará a evitar la tentación de gastarlo en otras “cosas” de menor relevancia.
4. Automatiza tus ahorros
Para aquellos que les resulta difícil destinar un porcentaje de sus ingresos al fondo de emergencia, se les exhorta programar transferencias automáticas desde su cuenta principal a la cuenta del fondo cada mes.
Por ejemplo, puedes configurar que el día 30 de cada mes se extraigan 2,000 pesos de tu nómina.
Consejos prácticos:
- Recorta gastos innecesarios: reduce gastos en comer fuera o cancela suscripciones que no utilizas.
- Destina ingresos extraordinarios: asigna un porcentaje mayor de tus ingresos adicionales, como bonificaciones o regalos, al fondo de emergencia
El lugar adecuado: dónde y cómo
Si piensas que guardar el dinero bajo el colchón o en casa es una medida sabia, te decimos todo lo contrario. Esto representa un riesgo de seguridad para tus ahorros.
De hecho, De Jesús sugiere explorar las opciones que ofrece el sistema financiero, como cuentas de ahorro de alta rentabilidad, depósitos a corto plazo o productos financieros de fácil acceso, para garantizar que el dinero esté disponible en caso de emergencias sin perder valor en el tiempo.
- Cuentas de ahorro de alta rentabilidad: ofrecen intereses más altos en comparación con las cuentas regulares.
- Depósitos a corto plazo: permiten acceder a tu dinero rápidamente sin penalizaciones.
Según su experiencia, la clave para elegir dónde resguardar el fondo conlleva considerar tres aspectos:
- Cobertura: determina la cantidad de dinero que debe cubrir tu fondo de emergencia. Asegúrate de abarcar al menos de tres a seis meses de gastos.
- Liquidez: el fondo debe ser accesible de inmediato en caso de emergencias.
- Seguridad: busca instrumentos financieros con bajo riesgo de pérdida.
💡 En ese sentido, recomienda acercarse a diversas instituciones bancarias para analizar las opciones que más se ajustan a los objetivos.
Cuándo utilizar (y cuándo no) el fondo de emergencia
Este aspecto merece una mención destacada e incluso su propio capítulo, ya que es donde muchas personas suelen confundirse.
La finalidad de este colchón financiero es cubrir gastos verdaderamente imprevistos e ineludibles. Una avería repentina del automóvil, el desempleo o una intervención quirúrgica son ejemplos claros que justifican recurrir al fondo.
Sin embargo, De Jesús advierte que “los viajes, la compra en el supermercado, el alquiler o las pólizas de seguro” constituyen obligaciones planificables que no entran en la categoría de emergencia.
Puedes usarlo para:
- Gastos médicos inesperados.
- Reparaciones urgentes del hogar o vehículo.
- Pérdida de empleo o reducción significativa de ingresos.
Evita usarlo para:
- Viajes.
- Compras de supermercado.
- Alquiler o pólizas de seguro (estos gastos son planificables).
En definitiva, solo necesitas determinación y constancia para crear un fondo de emergencia sólido a partir de tus ingresos. Si utilizas instrumentos financieros que ofrezcan rentabilidad, tus ahorros pueden crecer. Eso sí, el dinero debe ser de fácil acceso.
Ahora que tienes las herramientas y conocimientos necesarios, es momento de poner en práctica estos consejos y asegurar tu bienestar financiero ante cualquier eventualidad.
