Buenas tardes a todos.
Es para mí un honor formar parte de este III Congreso Latinoamericano de Banca Sostenible e Inclusiva, y tener la oportunidad de introducir el cuarto y último pilar de este evento: el Enfoque en Empresas.
Durante estos dos días, hemos reflexionado sobre regulaciones, finanzas climáticas e inclusión financiera. Hoy nos centraremos en el sector productivo porque la sostenibilidad no puede quedarse solo en las estructuras regulatorias ni en los grandes compromisos financieros. Sino que debe aplicarse y gestionarse en el corazón mismo de nuestras economías: en las empresas.
Este cuarto pilar nos invita a mirar de frente los desafíos y las oportunidades del ecosistema empresarial en América Latina y el Caribe. Primero se abordará sobre el nuevo ADN empresarial, que integra los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el centro de la toma de decisiones. Las empresas que no se alineen con estos estándares corren el riesgo de quedar rezagadas frente a inversionistas, clientes y mercados que cada vez exigen más transparencia, ética y responsabilidad.
Este cambio de paradigma ha requerido liderazgo, pero también de herramientas. Por eso es importante destacar el papel de las instituciones financieras, que se han convertido en verdaderos aliados del sector privado, facilitando el acceso a productos financieros diseñados para apoyar la transformación empresarial hacia modelos más sostenibles.
Este cuarto pilar nos invita a examinar los desafíos y las oportunidades del ecosistema empresarial en América Latina y el Caribe. Hablaremos de las mipymes porque no hay sostenibilidad posible sin su participación. Según la CEPAL, las mipymes representan el 99%[1] de las empresas formales latinoamericanas, generan una parte sustancial del empleo y sostienen comunidades enteras. Sin embargo, siguen enfrentando dificultades estructurales como baja adopción tecnológica, escasa formalización y una vulnerabilidad alta frente al cambio climático.
Espacios como estos, donde la banca y los sectores públicos y privados convergen son esenciales. Hay que seguir articulando mecanismos que ayuden a las mipymes a insertarse en cadenas de valor más eficientes y sostenibles. Esto no solo mejorará su productividad y resiliencia, sino que permitirá que nuestras economías avancen hacia modelos de desarrollo más inclusivos y competitivos.
En tercer lugar, este pilar nos lleva a hablar de las mujeres emprendedoras. Hoy más que nunca, debemos reconocer que la equidad de género no es un tema complementario: es una condición para el desarrollo. El Women Entrepreneurs Finance Code, que será abordado en esta jornada, es un ejemplo de cómo los datos, las políticas públicas y las decisiones estratégicas pueden converger para seguir cerrando las brechas que pueden enfrentar las mujeres en la región.
Asimismo, esta jornada abordará otro tema central: el desarrollo de productos financieros con enfoque regional, que respondan a las necesidades reales de las empresas y sus territorios. Es decir, soluciones a la medida de América Latina y el Caribe, diseñadas con conocimiento local y visión global.
Este pilar nos recuerda la importancia de las alianzas estratégicas. Ningún actor puede lograr la sostenibilidad por sí solo. La cooperación entre banca, empresas, gobiernos, multilaterales y sociedad civil es esencial para construir un nuevo modelo de desarrollo. Un modelo que genere riqueza, pero también reduzca desigualdades y promueva oportunidades para todos.
Desde el CONEP abogamos por un sector privado moderno, responsable y comprometido con su entorno. Y creemos en el poder de la articulación regional para avanzar juntos hacia una economía más verde, justa y resiliente. En ese espíritu, promovemos iniciativas como Prácticas Prometedoras junto al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través de la cual reconocemos a las empresas que generan impactos económicos, sociales y ambientes positivos en el país.
En las cuatro ediciones se han presentado más de 200 iniciativas de más de 170 postulantes. Y hemos reconocido a 74 buenas prácticas empresariales que contribuyen al desarrollo sostenible. Actualmente, se están evaluando más de 60 iniciativas presentadas en la quinta edición, que se encuentra en curso.
Hoy más que nunca, es momento de pasar del compromiso a la acción. El sector empresarial está asumiendo ese reto, con el respaldo de una banca que entiende su papel como agente de transformación.
Muchas gracias.
[1] https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/2c7fec3c-c404-496b-a0da-e6a14b1cee48/content