Santo Domingo, R. D.
23 de enero de 2014
Señor
Marino Zapete
Productor, El Despertador
Grupo SIN (Canal 7)
Ciudad.
Distinguido señor Zapete:
A propósito de comentarios hechos por usted sobre los bancos, en la edición de El Despertador del día 16 del mes en curso, tenemos a bien compartirle algunas precisiones que creemos útiles.
Lamentamos mucho sus reiteradas expresiones peyorativas sobre las instituciones bancarias, como “asociación de malhechores” y lugares donde se comenten “abuso y robo descarado”. Los bancos son los entes más regulados en nuestro país y de los pocos negocios que publican periódicamente sus estados financieros, comentados y validados por auditores independientes, en una amplia y pública rendición de cuenta en la que explican a fondo su desempeño.
Por otro lado, en lo que respecta a su comentario sobre las distintas comisiones cobradas por servicios financieros prestados a través de las cuentas de nómina, deseamos externarle algunas consideraciones sobre el origen y razón de ser de las mismas.
-Las comisiones o catálogos de precios por servicios son concebidos en los bancos para todos los productos que ofertan al público y transparentados en los tarifarios que son distribuidos y puestos a disposición de los clientes y el público en general. No es algo exclusivo del servicio que los bancos ofrecen en las cuentas de nómina.
Entendemos que si cualquier empleado no quiere formar parte de una cuenta de nómina, tiene la opción de solicitarle a su empleador que le pague directamente. Cabe resaltar que detrás del manejo de una cuenta de nómina hay un grupo de gente trabajando siempre y unas tecnologías disponibles para satisfacer las demandas de servicios del cliente. Todo esto implica un costo, como en cualquier otro servicio que ofrece toda empresa o persona.
-Las comisiones por retiros hasta ciertos montos existen porque mantener fondos en efectivo en las instituciones financieras acarrea costos de financiamiento, seguro, transporte, almacenamiento, recursos humanos y otros. Además, constituyen un desincentivo a la utilización y acarreo de dinero en efectivo por parte del público que, en distintas ocasiones, ha degenerado en lamentables tragedias producidas por la delincuencia callejera. Como opción existen las transferencias, los cheques o el retiro de montos no pasibles de pagar comisión.
-Las comisiones por retiro de efectivo y consultas de balance en cajeros no pertenecientes al banco del usuario, son algo lógico en todas partes del mundo, porque se trata del uso de una estructura tecnológica y física ajena al banco del usuario, que opera bajo su propio modelo de costos. La opción en este caso es usar siempre los cajeros del banco donde se tenga registrada la cuenta.
Como ejemplo de lo anterior está el caso de una persona que no paga alquiler por utilizar su propia casa, lo que no ocurre cuando vive en una vivienda que no es de su propiedad.
-Los cobros anuales por membresía en tarjetas de débito no son más que el pago de la producción del plástico gracias al cual se evita cargar dinero en efectivo, ayudando a reducir riesgos de pérdidas, tener que trasladarse al banco gastando combustible y tiempo, hacer filas en la plataforma de las oficinas bancarias o guardar el dinero bajo la almohada en forma insegura. Las tarjetas de débito y de crédito son una opción, no una imposición, que facilitan el día a día de la gente, proveyéndole la posibilidad de transacciones más seguras y a un menor costo de tiempo y dinero.
-Los cobros de “comisión mensuales por uso de tarjeta” tienden a compensar los pagos que las instituciones hacen a las marcas por cada transacción que realiza el cliente, con lo que éstas cubren los costos en que incurren por dar el servicio.
-Los cobros de comisiones por no movilizar cuentas de nómina no aplica, porque estas cuentas tienen movimiento todos los meses, ya que periódicamente se les deposita el salario de la persona que participa de este servicio.
A la espera de que estas observaciones permitan edificar sobre las razones de los cargos por usted mencionados.
Muy atentamente,
José Ml. López Valdés
Presidente Ejecutivo ABA