Según el superintendente de Bancos, por cada punto porcentual de crecimiento se ha generado 0.4% de empleos, lo que demuestra una disparidad entre crecimiento y empleo.
El superintendente de Bancos, Rafael Camilo, consideró que a pesar del crecimiento y la estabilidad macroeconómica de los últimos diez años, el país ha experimentado una reducción de los salarios reales y ha perdido capacidad de generación de empleos formales de calidad.
Además, el director del Consejo Nacional de Competitividad, Andrés Vanderhorst Álvarez, destacó la necesidad de establecer una relación más directa entre las políticas económicas y la calidad de vida de la gente como su objetivo principal.
“Lo que no ha crecido en los últimos años es el empleo bien remunerado y los salarios reales. Yo creo que ese debe ser el fin de las políticas de cara a los próximos años”, dijo.
Consideró que la sociedad debe trabajar en el establecimiento de los pactos por la educación y el empleo, pues se tratan de reformas prioritarias que levantarían los cimientos para alcanzar niveles aceptables de competitividad sostenible en el tiempo y mayor calidad de vida para la población. “Yo creo que es el mejor inicio que se puede dar”, afirmó el funcionario durante el foro “Los ejes de la competitividad dominicana”, organizado por la Cámara Americana de Comercio y la firma Deloitte.
Informalidad “Hemos tenido un fuerte crecimiento del producto interno bruto en los últimos años, de entre 5 y 6%, pero es un crecimiento que ha ido en contra de la creación de empleos de calidad. Se destruyeron 80,000 empleos productivos y se generaron 192,000 empleos informales”, puntualizó Camilo.
Según Camilo, por cada punto porcentual de crecimiento se ha generado 0.4% de empleos, lo que demuestra una disparidad entre crecimiento y empleo. Esto coloca a República Dominicana entre los países de América Latina con la mayor brecha entre crecimiento del PIB y la creación de empleos.
Parte del problema se ha originado por los cambios en los sectores productivos. “Hemos pasado de una economía de sectores transables, a un modelo no transable. Y de una economía más diversificada a una con pocos sectores de crecimiento”, expresó el funcionario.
Noticia publicada en el periódico Listín Diario.